¿Lo estamos haciendo mal? En todo el mundo hay fábricas que producen guantes por contenedores. Aquí, en Cornelia James, no es exactamente así. Nos gusta pensar que tenemos una fábrica; al fin y al cabo, recibimos rollos de material y lo que sale son guantes.
Pero no es tan sencillo.
Fabricamos nuestros guantes por encargo y eso hace que cada guante sea especial. Cuando hacemos un guante, lo estamos haciendo para una persona en particular y, mientras se está haciendo, lo está haciendo una persona en particular, que lo hará de principio a fin y le pondrá su nombre firmando la etiqueta. Es algo personal.
Cuando hacemos un par de guantes, ofrecemos ocho tallas diferentes y la opción de ajustar la longitud de los dedos. Si son guantes largos, tomamos dos medidas alrededor del brazo. Nuestros guantes se ajustan como debe ajustarse un guante. Y tanto si sus guantes han sido confeccionados por Lilly o Milena o Ellie o cualquiera de nuestros guanteros, puede estar seguro de que se han hecho con cuidado y habilidad y -sobre todo- con orgullo.