¿Por qué nos preocupamos por la sostenibilidad?

'Negocio' proviene de la palabra inglesa antigua 'bisignis', que con el tiempo evolucionó a 'busyness'. ¿Y qué negocio no está ocupado?

Pero quizá la pregunta debería reenfocarse: ¿qué negocios están ocupados cambiando y mejorando?

Lo reconozcamos o no, las empresas cargan sobre sus hombros una gran parte de la responsabilidad de la naturaleza porque somos capaces de crear el mayor impacto. Por ello, en Cornelia James consideramos un deber y un privilegio formar parte de la Iniciativa de Mercados Sostenibles (SMI) del Príncipe Carlos.

La iniciativa ha dado la oportunidad a los líderes empresariales de todas las industrias de reunirse y debatir los problemas medioambientales a los que nos enfrentamos. No se puede negar que ha habido un montón de avances inestimables que nos han proporcionado los recursos de la naturaleza. El problema radica, sin embargo, en cómo se están aprovechando estos recursos.

¿Qué hemos aprendido hasta ahora?

En la mesa redonda sobre plásticos celebrada en marzo de 2021, destacados empresarios de diversos sectores debatieron las ventajas y desventajas de los plásticos. Entre otras ventajas, se descubrió que los productos de plástico permiten un ahorro de energía equivalente a 53 millones de toneladas de combustible fósil. La baja densidad de los envases de plástico reduce el consumo de combustible en el transporte y mantiene los alimentos frescos durante más tiempo, reduciendo el desperdicio de alimentos. Son ventajas increíbles, pero los plásticos no están exentos de defectos, como ahora sabemos.

Producir, fabricar y reciclar plásticos utiliza mucha energía que en gran parte procede de combustibles fósiles, lo que genera directamente emisiones de gases de efecto invernadero. Se desechan o depositan en vertederos grandes cantidades de residuos plásticos. Por no hablar de que los plásticos pueden acabar entrando en la cadena alimentaria y dañar la vida animal. La prohibición de las pajitas de plástico fue un paso en la dirección correcta para proteger la vida marina, pero hay que hacer más. Ya es hora de que empecemos a retribuir y a dar prioridad a nuestro planeta. La Terra Carta del SMI pretende hacer precisamente eso, otorgando a la naturaleza sus merecidos derechos fundamentales.

¿Y la industria de la moda?

La industria de la moda, como la mayoría de las demás industrias, puede afectar terriblemente al medio ambiente. Por ejemplo, el lavado de prendas fabricadas con tejidos sintéticos libera unas 1.900 microfibras en el agua, que finalmente acaban en nuestros océanos. Los pequeños organismos acuáticos ingieren las microfibras, que son devoradas por peces pequeños, que a su vez son devorados por peces más grandes. Esta es una de las vías por las que el plástico llega a nuestra cadena alimentaria. Otro gran problema de la industria de la moda es la cantidad de residuos textiles que producen cada año las personas que se deshacen de su ropa vieja, así como las empresas que desechan materiales sin usar y artículos defectuosos.

¿Cómo estamos ayudando?

Sabemos que hay mejores formas de estructurar y dirigir los negocios que no tienen por qué comprometer el futuro de nuestro planeta. Al poner la naturaleza al frente de nuestro plan de negocio, ponemos la vida al frente de nuestro plan de negocio: el mejor beneficio que podríamos esperar.

¿La mejor forma de hacerlo? Artesanía de calidad, por supuesto. Y por suerte, nos hemos especializado en ello desde 1946. Siempre hemos utilizado tejidos "ecológicos", como el algodón orgánico, el cuero, la cachemira y la lana, reduciendo así la aportación de plástico a nuestras cadenas alimentarias, así como la cantidad de gases de efecto invernadero y emisiones de carbono que se necesitan para producir los tejidos.

Nuestros guanteros tienen años de experiencia a sus espaldas y se enorgullecen de fabricar guantes que durarán, siempre que se cuiden adecuadamente. No tendrá que tirarlos y sustituirlos cada año porque, además de estar excepcionalmente bien fabricados, nuestra gama de diseños atemporales significa que nunca pasarán de moda.

Así, mientras compra unos guantes bonitos y de calidad fabricados con los mejores tejidos, tendrá la tranquilidad de saber que también está apostando por una moda sostenible. Para nosotros, simplemente tiene sentido.

Un reto...

Es hora de unirnos -empresas y clientes- y cambiar el rumbo. Unirnos como un equipo sólo nos hará más fuertes en la lucha por la sostenibilidad. Se necesita un equipo global para el cambio global. Estos cambios a veces pueden ser difíciles de aplicar y siempre estamos aprendiendo, pero lo que importa es que todos intentemos. No es una cuestión de "si" o "cuándo": nuestra misión comienza ahora.