EST 1946
Nuestra historia
Cuando Cornelia James llegó a Inglaterra en 1939 como refugiada de la Viena ocupada por los nazis, no trajo consigo más que una maleta y una férrea determinación de triunfar. En 1947 el modisto Norman Hartnell le pidió que confeccionara guantes para adornar el traje de despedida de la Princesa y en 1979 se convirtió en guantera "por nombramiento" de Su Majestad la Reina. Tres generaciones después, la empresa familiar sigue fabricando guantes a mano en Sussex, Inglaterra. La experiencia se mide en años, pero el éxito se marca en momentos hechos especiales por grandes guantes.
Un servicio personalizado
Ponemos mucho en un par de nuestros guantes. No menos importante, 96 pulgadas de costuras, cada una ejecutada con cuidado y precisión para hacer un guante apto para resistir la prueba del tiempo. Un guantero confecciona el guante de principio a fin y, cuando está terminado, le pone su nombre. Es personal.