La historia de la piel de Cabretta se remonta miles de años atrás, a las antiguas civilizaciones, donde las ovejas de pelo eran apreciadas por sus pieles suaves y duraderas. En la actualidad, la nuestra procede de las tierras altas de Etiopía, donde la oveja Cabretta pasta en libertad. El resultado es una piel extraordinariamente flexible y suave, pero duradera, famosa en todo el mundo.