Nuestra lana pashmina procede del subpelo de la cabra Changthangi, originaria del Himalaya región del Himalaya de Nepal. Estas cabras, bien adaptadas al clima frío, mudan de forma natural su subpelo durante la época de muda primaveral, lo que permite a los artesanos recoger la preciada fibras mediante un peinado suave, asegurándose de no dañar a los animales.

Una vez recogida, la lana se somete a un meticuloso proceso de limpieza y clasificación. Limpiada a mano para eliminar las impurezas, la lana se clasifica cuidadosamente para separar las más finas fibras de las más gruesas. A continuación, estas fibras se hilan a mano con ruecas tradicionales para preservar su delicada naturaleza.

Este intrincado proceso de tejido da como resultado el ligero pero cálido pashmina clásica. A continuación se añaden cuidadosamente los tintes para conseguir nuestra paleta de colores y mantener así la suavidad de la pashmina. El toque final consiste en lavar la pashmina tejida para limpiar y suavizar aún más el tejido. El cepillado del material realza su lujosa textura, culminando en las exquisitas pashminas que son un sello distintivo de la artesanía nepalí.